Nuestra historia

Sobre nosotros

Plantío del Duque se encuentra bañado por el Parque Natural de las Sierras Subbéticas, corazón de Andalucía y cuna del aceite de oliva. En plena armonía con la flora y fauna propia de la zona.

entorno

A nuestro paso podemos encontrar diferentes rutas que hacen honor a la larga tradición del aceite de oliva como la antigua vía verde del aceite donde encontramos clara dedicación del olivar desde el siglo XIX rodeada de un autentico mar de olivos.

En los picos más altos de la Subbética encontramos la Virgen de la Sierra patrona de Cabra que bendice la zona con una espléndida ermita y glorifica tan bellos paisajes.

Desde los ríos mas caudalosos, como el Bailón, hasta los animales mas señeros, como el Águila Real, dejan huellas en esta tierra llenándola de tradición y respeto, trabajando siempre en armonía con ella.

Sin lugar a duda nuestro gran privilegio es también encontrarnos inmersos entre pueblos pioneros en este mundo y tan característicos como Doña Mencía, Cabra, Zuheros, Luque, Lucena, entre otros muchos que hacen que de nuestras tierras, de valles y mares de olivar, saquen el máximo rendimiento llenando de color verde cualquier mesa del mundo.

Nuestra historia

La historia de nuestra familia en el sector del Aceite de Oliva Virgen Extra se remonta al siglo XVIII. Ya en aquella época, nuestra familia se encontraba en la zona y con una profunda relación con el sector del Aceite de Oliva.

La tradición pervive en nuestros olivares y se mantiene viva año tras año. Nos encargamos personalmente del cuidado y mantenimiento de las fincas. No hay momento en el año en que no se trate con el máximo esmero y cuidado cada uno de los olivos de la finca.

Nuestra familia se encuentra unida profundamente al sector del Aceite de Oliva Virgen Extra desde sus inicios. Nuestros antepasados ya tuvieron diversos molinos y almazaras y elaboraban su propio Aceite de Oliva Virgen Extra. Siempre con una calidad Premium y buscando obtener el mejor AOVE posible.

Hoy en día, tras más de 200 años, nuestra familia sigue cuidando muchos de los mismos olivos que más de cinco generaciones atrás plantaron nuestros antepasados. Mantener viva dicha tradición es una filosofía que nunca dejaremos de aplicar.

Nuestros aceites

01

Picual

Esta variedad, conocida en nuestra zona como marteño, produce un aceite de gran calidad, con un alto contenido en ácido oleico. Sus características lo hacen uno de los aceites más saludables para el consumidor.

02

Picudo

También se le conoce como carrasqueña. Es una de las variedades más emblemáticas de la zona. Se obtiene un aceite de sabor suave, con unos toques dulces y con un equilibrio insuperable. Tal es su sabor, que en el momento de maduración, los pájaros pican los frutos. Esta variedad casa muy bien con la picual.

03

Hojiblanca

Recibe su nombre por el color que tienen sus hojas. Es un aceite muy versátil, presentando un color verde dorado y un sabor equilibrado en amargez.

Proceso productivo

Los olivos seleccionados para la extracción del aceite se encuentran en La Reserva, con olivos de unos 200 años.

Nuestra filosofía, desde que surgió la idea, ha sido la de obtener el aceite con una calidad Premium, unida a la tradicionalidad. Nos enorgullece poder obtener este oro líquido con los olivos que han sido cuidados por nuestros antepasados, hasta 5 generaciones han trabajado estas tierras.

Con la recolección culminamos el proceso anual del cultivo. Tras los cuidados que se le han dado al olivo durante el año, llega el momento de recoger el fruto.

Es un proceso muy importante, ya que de las fechas, técnicas y medios utilizados dependerá, en gran parte, la calidad de nuestro producto. Esto, añadido a la experiencia y conocimiento de nuestros profesionales, hacen de nuestro producto, un referente.

Por la zona geográfica en la que se encuentra nuestra finca, el clima y las variedades de olivo, el periodo óptimo para la recolección es a finales de octubre. Elaboramos un aceite de cosecha temprana, consiguiendo una alta calidad, unos tonos más verdes y sabores más intensos.

Utilizamos técnicas modernas mezcladas con las más tradicionales, como la conocida como el vareo. Es la técnica tradicional por antonomasia, que consigue que caiga la aceituna en unos mantos, conocidos como fardos, colocados a los pies del olivo.

Una vez recolectadas las aceitunas, las llevamos rápidamente a la almazara.

En primer lugar, se eliminan las hojas y pequeños tallos que puedan tener. Seguidamente pasan por una lavadora para quedar perfectamente limpias. Tras este paso, llega el momento de la molienda.

Con la molturación se obtiene una pasta que hace más fácil la extracción del aceite. Se separa la parte oleosa de la parte acuosa y de la parte sólida, es decir, separamos las gotas del aceite, del agua y de aquellos restos de piel, pulpa y huesos.

Tras el proceso llevado a cabo, que empezó con el vareo del olivo, se obtiene el aceite. Se extrae a una temperatura de 25º, que facilita la mejor conservación del sabor y propiedades de nuestro oro líquido.